Para este estudio de arquitectura joven y en constante evolución, la identidad visual debía reflejar sus valores fundamentales: cercanía, transparencia y un enfoque personalizado en cada proyecto. La marca original presentaba elementos ornamentales que, si bien aportaban carácter, resultaban innecesarios para la nueva dirección de la empresa. Nuestro objetivo fue depurar su identidad visual para crear una imagen atemporal, sofisticada y alineada con su filosofía de trabajo.

El restyling se centró en la simplicidad y la estabilidad, con un diseño basado en formas geométricas que transmiten profesionalidad y confianza. Se apostó por un lenguaje visual limpio, eliminando elementos superfluos y enfocándonos en la esencia de la marca. El uso de una paleta monocromática, con predominio del blanco y negro, aporta elegancia y versatilidad, mientras que la introducción de detalles en madera y amarillo en momentos estratégicos añade calidez y dinamismo sin perder la sobriedad.

El nuevo logotipo adopta líneas más depuradas y estructuradas, evocando la precisión arquitectónica y la claridad en la comunicación con el cliente. La tipografía elegida refuerza este enfoque, priorizando legibilidad y modernidad. La aplicación de la identidad visual en distintos soportes sigue una lógica coherente y funcional, garantizando un impacto visual homogéneo y distintivo.

Este restyling no solo responde a una cuestión estética, sino que también fortalece la percepción de la marca dentro del sector. Se trata de una identidad visual renovada que acompaña el crecimiento del estudio, consolidando su presencia y destacando su compromiso con la excelencia en cada proyecto. Un diseño que refleja su esencia: arquitectura viable, creíble y orientada a las necesidades reales de sus clientes.